jueves, 25 de octubre de 2012

Cambios


Buenas noches, esto es para avisarle que este blog dentro de unos meses será cerrado, está un poco desorganizado y todo eso. Las historias serán guardadas y poco a poco voy a volver a publicarlas, ya estoy trabajando en eso. El nuevo blog es http://missfiirelight.blogspot.com/ es exactamente lo mismo, las mismas historias y todo eso. Lo único que he cambiado es el titulo de algunas historias. Si aun están activos leyendo esto los invito a visitar el blog actual. Saludos a todo.

lunes, 28 de mayo de 2012

Sky Red "Parte IV"




 
Parte IV “Intensidad”

Narrado por Sky

A lo que llegue al hotel ya se había oscurecido, solo que quedaban alrededor de 3 días antes de que mi escuadrón vinieran a amargarme la vida, mas me vale disfrutar este tiempo. Pensé mientras me acostaba en mi sangrienta cama. Cuando puse mi cabeza sobre la almohada note que olía diferente, era el olor de Miyolet, era muy dulce. Tome la almohada y la abrace mientras inhalaba con fuerza. Ese olor, era exquisito. Pensé mientras me quedaba dormido.

Al día siguiente volví a ir al orfanato, me encontré con Jonathan en la entrada y fui a saludarlo, estuve a punto de decirle algo pero él me miro muy de mala manera, hice una mala cara.

-¿Qué? ¿Qué hice?- le pregunte sin darme cuenta de lo que hice.

-Tu me prometiste… que me llevarías al parque- fue ahí que recordé mi pequeña promesa.

-Cierto, quédate aquí, no te muevas- le dije mientras corría hacia la señora Anabela que recién iba entrando a su oficina. Toque la puerta y escuche como ella me permitía entrar a esta.

-Señora Anabela- la salude –Disculpe, ¿Me da permiso de llevar a Jonathan y a otros muchachos estar tarde al parque?- pregunte, ella lo pensó. Saco unos papeles del escritorio y con la mano me hicieron seña de que me acercara.

Leí de reojo los papeles, eran unos que decía que yo sería el responsable de todos los niños por un tiempo determinado. Sonreí, realmente me daría permiso. Toma el bolígrafo que estaba en el escritorio y firme con mi nombre.

-Gracias señora Anabela, se lo agradezco mucho- dije mientras salía de la oficina. Justo hay me encontré con Oliver.

-Hola- me dijo con un tono algo suave.

-Hola… eh, préstame tu celular por favor. Reúne a Elizabeth, Rosario, Mike y a Jonathan- El parecía confundido –Y a Miyolet también- le dije mientras llamaba a un taxi para 7 personas. El taxista me dijo que el automóvil que tenía era de 6 personas, no me importo, reserve el taxi. El señor me aseguro que llegaría en media hora. Cerré el celular y volví hasta donde estaba Oliver.

Estaban todos reunidos.

-Bueno, los llevare a todos al parque, apúrense y busquen los que necesiten, en media hora llega el taxi- casi todos salieron corriendo a buscar lo que necesitaba, excepto por Oliver, el iría así como esta.

20 minutos después estábamos todos en la entraba esperando a que llegara el taxi. No podía dejar de mirar a Miyolet, ¿Por qué rayos se vistió así? Un vestido ligero de color rosado que combinaba perfectamente con su despeinado cabello. Un vestido que llegaba hasta la mitad de su muslo.

Después de unos pocos minutos más llego una camioneta negra con un letrero de taxi en él para brisa.

Oliver fue el que desidia como distribuirnos. De copiloto fue Mike, en la parte de atrás iban Jonathan y Rosario debido a que eran los más pequeños. Y en el centro nos sentamos Oliver, Elizabeth y yo. ¿Faltaba alguien verdad? Me pregunte mira hacia afuera y vi que Miyolet seguía allá abajo

-Miyolet… Siéntate sobre las piernas de Skyler… eres la que menos pesa de todos- le dijo Oliver, note que sus mejillas se coloraron muy fuertemente. Sonreí con malicia. Parece que estaría bastante cómodo en el pequeño viajecito.

La pequeña se sienta con delicadeza sobre mis piernas. Era increíble que pudiera sentarse perfectamente sin chocar contra el techo.

El taxista arranco y ella se movió debido al impulso y gracias a este se pego a mí. Puse las manos sobre sus piernas para que tuviera un poco de quietud, podría apostar 1.000.000 $ de que estaba toda roja por la vergüenza.

-Tranquila- le susurre -¿De verdad piensas que voy a hacerte algo?- 

-Me estas haciendo algo- murmuro ella medio volteando la cabeza

-No te estoy haciendo nada… además de tocarte la pierna, ¿es acaso eso un crimen? Y mira que yo se mucho de crímenes- sonreí medio torcido, realmente podía evaluar cosas como crímenes, al fin y al cabo, era casi un policía.

-No me gusta- dijo ella con la voz temblorosa

-No… te encanta- le susurre pegándola a mi cuerpo.

-Mantente alejado… gracias- dijo ella sentándose derecha de nuevo

-No obedezco órdenes, solo de mi general- murmure en su oído mientras volvía a colocar mi mano en su pierna.

Pude ver de reojo, como Oliver pasaba el brazo sobre los hombros de Elizabeth, lo que no esperaba era que me golpeara en la cien.

-¡Auch!- me queje

-Pórtate bien- ¿Se había dado cuenta? ¿La cara de Miyolet me delato? ¿O quizás fue la mía?

-Si mi general- dije pasando ambos brazos detrás de mi cabeza.

-¿Qué? ¿Qué paso?- pregunto Jonathan

-Nada, peque- me reí. El hizo una mala mueca. Mas o menos así fue todo el viaje, con un par de bromas tranquilas, casi siempre las cosas eran así entre nosotros.

Finalmente llegamos al parque y nos acomodamos en una banca que estaba un poco al norte.

-Quiero montarme en las barras- grito Jonathan

-Ve a colgarte en las barras- dije dándole permiso

-Con cuidado Jonathan, por favor- le dijo Oliver

-Estará bien, no seas tan preocupon- dije dándole un sape en la cabeza. El volteo y me sonrío.

Jonathan y Rosario estuvieron jugando y corriendo por todo el parque, Mike fue un poco mas lejos y se subió a un árbol, recuerdo que le gustaba mucho las alturas.

Miyolet se quedo quieta totalmente, igual que Oliver y Elizabeth. Ninguno de nosotros 4 se movió.

Vi como Miyolet miro a Oliver, esa mirada, era como si estuviera incomoda o algo por el estilo. Oliver la vio con seriedad. Sin previo aviso, sin decir nada, se levando y tomo a Elizabeth de la mano.

-¿Oliver?- pregunto ella, se veía tan sorprendido como todos, la jalo y la puso detrás de un árbol. Justo hay el beso. Eso realmente no me lo esperaba. Se veía tan confiado, la tenia agarrada por el antebrazo. Ella puso las manos en su pecho y lo acaricio hasta llegar a su cuello.

Baje un poco la mirada y vi. a Miyolet, los miraba tan fijamente, estaba toda sonrojada y le temblaba las piernas.

-¿Nunca has visto a alguien besarse?- le pregunto, ella salto por que se sorprendió.

-S… Si, si he visto a alguien besar… pero no a Oliver- dijo ella con la voz temblorosa.

-Esos dos… no son serios con ese tema, ¿Verdad?- le pregunte.

-No, no lo son… a veces son… a veces no son… Se aman… pero ninguno dice nada- murmuro ella

-Que idiotas- susurre, parece que a Miyolet, no le gusto mi comentario –Si se aman… que se los digan, no es saludable estar en ese estado… El corazón se te pudre-

-Eso fue muy intenso viniendo de ti- murmuro ella

-Tu…- le susurre, la agarre por los hombros y la voltee para que me viera directo a los ojos –No tienes idea… de lo intenso que puedo ser- se sonrojo y puso una cara demasiado tierna.

-No… no quisiera averiguarlo- murmuro

-Demasiado tarde- le dije mientras baja y la besaba.

Era tan tierna, hacia el intento de no responderme el beso pero… supongo que… no lo aguanto y me siguió el juego. Puse mis manos en su pequeña cintura y me concentre en el beso.

Para solo tener 15 años, y ser una niña tan pequeña. Lo así bastante bien. No retrocedía no se alentaba, seguía al mismo ritmo. Eso me impresiono. Ni siquiera estaba incomodo por tener que prácticamente arrodillarme para llegarle a la boca. Eh, bueno no tanto, estoy exagerando. Pero si, tenia que encorvarme para alcanzarla.
Creo que fue después de varios minutos que ella callo en cuenta que la estaba besando, por que fue entonces que me empujo.
Juro que ni siquiera un tomate se pone tan rojo. Estaba toda colorada, y se veía agotada, respiraba por la boca y tenia los ojos traslucidos.
-Nunca…- titubeo –Nunca vuelvas a hacer eso-
-¿Qué? ¿Besarte?- pregunte, ella no dijo nada, siguió resoplando, se me escapo una pequeña sonrisa –Ni sueñes que voy a dejar de hacer algo que me gusta- le dije con un tono de superioridad.
-Estas demente, no puedes besar a alguien solo por que se te pega la gana- dijo ella pasándose la mano por la boca, como quitándose los restos de mis besos.
-Si, si puedo. Esas son las leyes de la vida. Si a alguien se le antoja tener sexo con cualquier persona, lo secuestra y lo viola. Por Dios. Si yo quiero comerte a besos- dije agarrandole la cara con una mano y apretándole un poco las mejilla haciendo que ella hiciera una mueca con los labios demasiado tierna- Te como a besos y ya-
-Suéltame- me dijo con dificultad por la mueca que la estaba obligando a hacer.
-De acuerdo- me reí y la solté –Pero que conste- me incline –Que este no será mi ultimo ataque- me pare derecho de nuevo, le di la espalda y camine hacia el árbol donde estaba encaramado Mike.

…Continuara.

jueves, 10 de mayo de 2012

Sky Red "Parte III"



Parte III “Enfermedad psicológica”
Narrado por Sky

Sentía que ya me había alterado demasiado. Corrí a la mesa y note que aun estaban Jonathan y Rosario.

-No lo toque- les dije con un tono estricto mientras sacaba una navaja y una 9mm.

-¿Por qué lo cargas enzima?- me pregunto Jonathan, ignore su pregunta y corrí a los baños en donde me encerré y me senté en posición fetal en el suelo. Me abrace a mis piernas y respire, la sangre se me estaba subiendo a la cabeza. Si fui tonto, no debí de haberme tomado solo una pastilla, que estúpido de mi parte.

-Skyler- escuche la voz de Oliver, me levante medio tembloroso y abrí la puerta de la casilla. –Skyler- me susurro, me vio, vio como me abrazaba y temblaba –Tranquilo Sky, aquí estoy contigo- me murmuro mientras me abrazaba. Sentir calor ajeno me relajo, un poco, solo un poco.

-Oliver- la voz me temblaba

-Tranquilo… sé lo que paso, no toleras que la gente te altere… lo comprendo, tranquilo- me decía mientras me acariciaba la cabeza. Así pasamos un buen rato hasta que la compostura volvió a mí.

-Ya paso- me dije a mí mismo. El se alejo y caminamos juntos hasta la parte de atrás. Me detuve a varios metros antes de llegar a la mesa en la que están reunidos. –Ve y tráeme la pistola y la navaja… quiero irme a casa- dije, el me miro con mala cara pero hizo caso a lo que le pedí.

Fue hasta allá tomo las armas y me las devolvió.

-Gracias- dije sonriéndole

-Ve a casa- me susurro yo asentí, camine y volví al hotel. Note que la orden que le había dado a la señora de limpieza fue cumplida, la habitación estaba tal cual como la deje, ensangrentada y hecha un desastre.

Recogí un poco las cosas y puse los tranquilizantes sobre la mesa de noche y tome la pastilla que debí de haberme tomado en la mañana.

Me acosté en la cama e intente dormir, relaje los músculos y descanse.

2 horas después

El teléfono de la habitación suena. El sonido me despierna.

-¿Si?- atiendo con la voz cansada.

-Señor Johnson, u chico dice que viene a visitar, dice que se llama Oliver- ¿Oliver? –SKY… DILE A ESTA LOCA QUE ME DEJE PASAR- escuche los gritos de Oliver –Joven por favor cálmese o llamare a seguridad-

-Déjelo pasar- dije yo mientras colgaba el teléfono. Unos minutos después alguien toca la puerta. Me levante y le abrí la puerta. Oliver entra sin decir nada. Pero a lo que ve la habitación no soporto el impulso


-Eso en las paredes y la sabana... ¿Es sangre?-


-Si-


-¿Por que?-


-Por que no me gusta el blanco y quise ponerle un poco de color, ¿Alguna otra pregunta?- pregunte, el nego con la cabeza, termino de caminar y se sento en la cama-


-Sky... Dos preguntas... ¿Que le hiciste a Miyolet? y ¿Que paso con Mike?- uso un tono bastante estricto, me estaba regañando. Wuao. 


-Con respecto a Mike, para resumir todo, me beso y como has de saber no correspondi a sus sentimientos. Y con respecto a Miyolet, ella me odia, no hay mucho que explicar- dije rapidamente, el suspiro.


-Miyolet no te odia, en realidad, pienso que le gustas, cosa no muy bueno tomando en cuenta tu condicion mental. Y bueno, lo de Mike, ya sabia- susurro -Yo me encargo de Mie, pero tu tienes que resolver lo de Miyolet- me dijo, suspire, me dejo lo mas dificil a mi.


-Bien, un problema menos, gracias- le dije, el me sonrio. Se levanto de la cama y se acerco a mi. Me detalla un poco -¿que?- pregunte, me tomo el brazo derecho y noto que lo tenia vendado. Me hizo una mala mueca, como preguntandome que paso -¿Como creias que habia manchado todo esto!- el suspiro, sabiq eu no podia controlarme, por eso fue que no me regaño.


-Tengo que irme, la directora de seguro ya noto que no estoy- me reí suavemente, y asenti- Te veo juego- me dijo para luego chocar el puño conmigo.


Camino hasta la puerta y el cerro dejandome de nuevo encerrado en mi habitacion, ciertamente, no podia dejar las cosas asi, tenia que solucionar el problema de Miyolet, me levante de la cama y sali de la habitacion. Camine de nuevo al orfanato, pero esta vez algo me detuvo.

Era ella, Miyolet… ¿Qué hacia fuera del orfanato? No se supone que pueda salir sin alguien que la acompañe. Me escondí detrás de un auto para que no me Viena. Se veía tan tierna con esa ropa. Una camisa negra manga larga, unas licras también negras, un short marrón y una chaqueta beish. Y por supuesto, el cabello enmarañado y hecho un desastre.

¿A dónde va?

Mientras yo pensaba en eso no me di cuenta de que dos chicos se le estaban acercando por detrás, tenían muy mala pinta. Se acercaron más a ella y la agarraron por la cintura y le taparon la boca. La arrastraron hasta un callejón, no lo soporte, tenía que auxiliarme. Corrí hacia el callejón y vi como esos dos chicos le quitaban la chaqueta e intentaban quitar todo lo demás.

No dije nada, actué por puro impulso. Corrí hacia ellos y le di un puñetazo en toda la cara a uno de los chicos, el otro me vio con mala cara mientras me maldecía. Patee su estomago con mi rodilla y luego lo empuje hacia atrás cayó sobre su compañero. Estaban a punto de abalanzarse hacia a mi cuando decidí sacar mi 9mm y les apunte. En sus rostros se vio el temor de estar al hilo de la muerte, mi mirada era severa, ellos salieron corriendo desde el otro lado del callejón. Suspire y guarde de pistola.

Voltee a ver a Miyolet, estaba aterrada, temblaba de pies a cabeza. Me acerque a ella en un intento de hacer que se calmara, pero a lo que mi mano rozo su hombro ella hizo un extraño sonido y se vino abajo, se puso de cuclillas y se abrazo a sí misma. Baje a su altura, fue ahí cuando note algo blanco en la vestimenta, era el sostén. Le habían abierto los botones de la camisa. Suspire.

-No puedo ayudarte si me cierras las puertas… deja que te auxilie- le susurre, ella estaba apretando los dientes, y por fin relajo la mandíbula.

Tome el cuello de su camisa y cerré los botones, agarre la chaqueta que estaba en el piso. Me la puse en el hombro. Tome una buena posición, coloque un brazo en sus hombros y los otros por detrás de la rodilla. Y el levante, ella se abrazo a mí, note que tenía lágrimas en sus ojos. Respire, y la lleve al hotel, varias personas me miraron extraño a lo que entre pero ignore todo eso.

Entramos a la habitación y la deje sobre la cama, por lo visto se había quedado dormida. Deje que descansara, de seguro despertaría muy alterada.

2 Horas después

Miyolet comienza a moverse y a fruncir el seño, abre los ojos y agudiza la mirada

-¿Dónde estoy?- se pregunto

-En mi habitación- le dije desde una esquina, ella voltea y me ve. Su mirada cambia, parece que estaba recordando lo que había pasado en el callejón.

-¿Les disparaste?- me pregunto, desde ahí se acuerda

-No, no lo hice- murmure, ella parecía aliviada. Aunque, tenía derecho suficiente como para matarlos, pero… no sería bueno. Quizás me hubiera sobrepasado.

-Tengo que ir al orfanato- dijo ella mientras se sentaba en la maca

-Ya le avise a Oliver y a Mike, ellos se harán cargo de que nadie note tu ausencia- dije mientras me levantaba del suelo. Parecía enojada conmigo –Aun no me toleras ¿Cierto?- ella mira hacia el piso, suspire –Deberías de estar agradecida- le dije yo, mientras me acercaba a ella, me pare en frente –Deberías pagarme este gran favor que te he hecho- me acerque mas

-¿Qué quieres?- susurro con un tono seco, sonreí

-Una cita-

-Eres un idiota- murmura aun sin mirarme a los ojos

-Acaso crees que no lo sé- dije yo riéndome, creo que… me gusta.

-¿Tienes alguna enfermedad psicológica?- me pregunta ella, yo dejo de reírme

-Soy… Bipolar, esquizofrénico. A veces paranoico, un poco Acluofobia y ahora gracias a ti, también pedófilo- susurre, ella me miro con cara de… estás jugando conmigo ¿verdad?


-¿Es enserio?- me pregunto sorprendida, yo asenti -¿Y estas bien?- murmuro, yo voltee y mire las pastillas, ella voltea y las ve -¿Tranquilizantes?- toma la caja -¿Tienes permiso para tomar esto?-


-Si... me las dio mi psiquiatra... y tu... estas haciando muchas preguntas- ella suspiro, puso la caja en la mesa de nuevo.


-Llevame a casa- dijo ella, yo suspire


-De acuerdo- ella se levanta -deberias peinarte un poco- murmure


-No me gusta peinarme... ¿Tienes algun problema con mi cabello?- dijo enojandose un poco


-Amo... tu cabello- le susurre, creo que no se habia dado cuenta de que estabamos demasiado cerca. Me aleje y abri la puerta, la lleve al orfanato y por alguna razon Oliver me dio las gracias. ¿Acaso el sabia que la habian intentado violar?, ignore su agredecimiento, volvi al hotel, ya se estaba haciendo de noche.


...Continuara.
 


martes, 20 de marzo de 2012

Red Sky "Parte II"




Parte II “Entrando en calma”

Narrado por Sky

Abrí los ojos, me levante y busque los tranquilizantes en el bolso de mano. Mi psiquiatra me dice que me tome dos por día, pero por alguna razón, decidí solo tomarme una, sabía que no intentaría matar a nadie porque la pastilla me haría efecto, la única diferencia es que estaré un poco más eléctrico. Tome el tranquilizante y me volví a acostar, dormí una hora más y a lo que volví a despertar ya los tranquilizantes habían hecho efecto.

Observe mi herida, recordé lo de la noche pasada, busque un venaje y cubrí mi herida. Me sorprendo que no allá muerto desangrado, realmente bote mucha sangre.

Camino a la pequeña cocina y me preparo mi desayuno. Me baño y me pongo, el pantalón del uniforme, una camiseta negra manga larga, lo hice con la intención de que nadie preguntara por la herida de anoche y unas botas.

Salí sin la intención de peinarme o arreglarme en lo más mínimo. Por el pasillo me encuentro a una chica de servicio ella se acerca a mí.

-Muy buenos días, ¿desea algo en especial?- me pregunto la señorita

-Si… una sola cosa- ella presto atención a mis palabras –no quiero que nadie, absolutamente nadie entre a mi habitación, no quiero que cambien toallas ni sabanas, déjenlo así como esta- ella me miro como si estuviera loco ¡Ja! Qué razón tenía. -¿Entendido?- ella asintió con la cabeza, le sonreí y continúe caminando.

Después de caminar 6 cuadras llegue al orfanato, en la puerta estaba Oliver, con una camisa naranja y unos pantalones holgados. Supongo que me estaba esperando dado a que se acerco a mi cuando me vio llegar.

-Buenos días teniente- dijo riéndose. Le hice una mala cara

-Buenos días Oliver- le respondí -¿Y el resto?- pregunte

-Rosario y Miyolet están en clase- dijo recordando el horario –Terminaran en una hora, vamos a esperarlas en el comedor- se refería al patio trasero.

-De acuerdo-  dije como si nada, camine detrás de él y llegamos al patio trasero, hay estaba Mike, sentado con las piernas cruzadas y viendo el cielo.

-Hola Mike- lo salude, el volteo y me sonrió

-Buen día Skyler… ¿Vienes a ver a Miyolet?- hice una mueca

-¿Por qué tendría que venir a verla a ella?- pregunte.

-No lo sé, pareciera como si te hubiera gustado- murmuro.

-Bueno… me impresiono sin duda, su reacción fue cachetearme, tiene carácter- dije sentándome y suspirando. -¿Y ustedes por que no están en clase?- Oliver se rio.

-Por qué crees tú- se ríe aun más fuerte. Recordé los viejos tiempo, en el que Oliver nos insistía y Mike, el y yo nos escavábamos de clase y espiábamos en el baño de las mujeres. Si… que buenos tiempos.

-Me alegro saber… que aun sigues con esa actitud, sería triste que cambiaran a esta hora de la tarde- le dije

-mira nada más quien lo dice- Dice Oliver con ironía. Mike se ríe bastante fuerte.

-¡Oh!... olvide que tenía que hacerle un favor a la directora, ahora vuelvo- dijo rápido y salió corriendo

-Típico de Oliver… olvidarse de todo- Dijo Mike con un tono medio de susurro

Me reí suavemente. Mike miro el piso y se levanto.

-El verte aquí de nuevo; me trae tantos recuerdos… Cuando yo tenía 9 años, que nos escapábamos y veníamos a jugar… a que éramos militares, recuerdo como te decía “Coronel, corra, los guerrilleros se están acercando”- comenzó a dramatizar la escena –Y luego yo saltaba y corría…- recordé la escena que estaba dramatizando, me levante mientras él seguía moviéndose como soldado en guerra –Y de repente yo volteaba y…- El me mira, y ve que tiene la misma pose que yo, fingiendo tener un arma de fuego en la mano, apuntándonos mutuamente. 

 Se rio, le sonreí, su risa me traía buenos recuerdos, la escuche mucho de pequeño.

Mira el piso por un segundo, observe sus pies, me di cuenta de que se estaba acercando, levante el rostro solo para permitir que se acercara aun mas y dejar que me besara.

Me impresiono, no esperaba esto, mucho menos de él. ¿Por qué hace esto? No respondí el beso, no me pareció justo responder el beso si no correspondía a mis sentimientos.

-Mike…- intente decirle algo pero él no me dejo

-Espere 8 años para poder hacer eso… por favor, no digas nada- me susurro, me quede impactado, realmente no lo esperaba.

Le doy la espalda y vuelvo a sentarme, 5 minutos después Oliver regresa corriendo

-Bien, termine ¿De qué me perdí?- pregunta, Mike le sonríe

-De nada en realidad- Dice él como si nada. Oliver hace como si nada, el tiempo sigue pasando y por fin llega Rosario con la enana de pelo rojo.

-Hola Sky- me saluda Rosario, yo le sonrió y hago un gesto con la mano en forma de saludo

-Buen día- dice Miyolet, me mira fijamente esperando una respuesta de mi parte, me pareció divertido… ser un poco grosero. Apoye el codo sobre la mesa y la cabeza sobre la mano. Con una pose de ignorancia, ella frunció el seño, se enojo, en serio, la conciencia no me hacia peso alguno. Me pareció encantadora su cara de enojo, ella abrazo un cuaderno y se sienta al lado de Mike

-Hola Miyolet- dice el bajando la cabeza para darle un beso en la mejilla, no lo había notado. Era demasiado pequeña, mediría si mucho 1.55 m

Ella noto que la estaba viendo.

-¿Qué vez?- me pregunto con un tono medio de enojo

-Lo pequeña que eres… pareces una de esos elfos o enanos que salen en los cuentos de hadas, aunque bueno con ese cabello parece más una leona- tenía ganas de molestarla, ¿es acaso eso malo?

-Deberías mantener esa boca cerrada- dice ella en un susurro y hablando entre dientes

-Lo que digas enana- dije yo tomando una pose de relajación. Me pareció haberla escuchado decir una grosería, interesante

-Venga, no se peleen- dijo Elizabeth quien recién iba llegando

-Bla bla bla- dije yo haciendo una mueca y moviendo la mano como si hablara pura paja.

-Estas un poco más eléctrico de lo normal- observo Oliver

-Por que solo me tome un tranquilizante en la mañana- dije yo como si nada, note que Miyolet hizo una mueca, claro, ella no sabe nada de mí. En lo más mínimo

-¿Es seguro de que solo te tomes uno?- pregunto Elizabeth

-Claro, no me pasara nada- dije yo como si nada, ella hizo una mueca –No pasara anda en serio- le asegure, ella me sonrió y beso mi mejilla

-De acuerdo- me sonrió. Paso unas dos horas en la que estuvimos todos juntos. Después Oliver, Mike y Elizabeth se tuvieron que ir. Tenían que entrar de nuevo a clase. Así que solo estábamos Rosario, Miyolet y yo.

Miyolet no participaba demasiado en la conversación, claramente se sentía un poco incomoda porque yo no le agradaba del todo.

-SKYLEEEEEEEER- escuche un grito, voltee rápidamente solo para dejar que un pequeño niño con un suéter amarillo me callera enzima –Has vuelto, realmente eres tu Skyler- lo observe bien, pero no lograba reconocerlo

-No… de ti no me acuerdo- dije yo intentando recordarlo

-¿Queeeeee?- dije con un gesto de dolor, al ver esa cara, ese drama, recordé a un pequeño niño creo que de 7 u 8 años muy energético

-Jonathan- susurre

-Jijiji… si te acuerdas de mí- me dijo mientras me abrazaba fuertemente. Estaba muy grande, se veía muy lindo

-Jonnan… vas a dañarle la espalda a Skyler- dijo Rosario, Jonathan se levanto y yo me levante después

-Que bien que estés aquí… ¿cuando llegaste?, ¿cuanto tiempo te vas a quedar?, vamos a ir al parque a jugar, ¿cierto? ¿Cierto? ¿Cierto?-

-Llegue ayer, me voy a quedar alrededor de uno o dos meses y si, si iremos al parque, te prometo que te llevare a jugar- dije mientras ponía mi mano sobre su cabeza y lo despeinaba.

Sentí como una silla era arrastrada con fuerza, voltee y vi que Miyolet se había levantado, tenía una postura muy firme, los hombros levantados, los brazos estirados hacia abajo y las manos encerradas en puños.

-Miyolet… ¿Qué pasa?- le pregunto Rosario, vi como apretó los diente y salió corriendo -¿¡MIYOLET!?- la llamo.

-Esperen… iré por ella- dije yo corriendo detrás de ella.

Era pequeña, pero sí que corría rápido. Note que corría hacia afuera del orfanato. Tenía los ojos cerrados y no tono que se dirigía a una carretera llena de automóviles que iban a gran velocidad. Acelere a todo lo que mis piernas me permitieron y por fortuna logre alcanzar el cuello de su camisa y jalarla justo antes de que pisara la carretera, en ese momento paso un camión a mínimo 100 km/h.

No había notado, que la había jalado a mi cuerpo y que la estaba abrazando. Sentía su respiración totalmente acelerada. Igual que la mía. Ella noto que la tenía entre mis brazos, se volteo y me empujo.

-Oye… no reacciones así, acabo de evitar que te atropellen- dije yo alzando un poco la voz.

-No quiero que te acerques, me das asco, me pareces una persona muy extraña y… no sé, llegas de repente y haces que todo el mundo te ame… Quiero que te alejes, me das miedo- dijo ella gritándome.

-No llegue de repente, estuve aquí mucho antes que tu, son mis amigos, desde que tengo uso de memoria, Oliver y Elizabeth son prácticamente mis hermanos, crecí con ellos, todos los malos momentos los viví con ellos, No es que llegue de repente y ya me aman, me gane su confianza. Y si, si deberías de tenerme miedo, ¡Por qué…!- note que estaba gritando muy fuerte y que la expresión de furia de Miyolet se convirtió en miedo. Baje el rostro y puse mi mano en mi ojos, respire profundamente –Cálmate Sky, no vayas a hacer algo de lo que te arrepientas, cálmate por favor- me decía a mi mismo –respira- De seguro Miyolet me estaba mirando extraño, pero en serio necesitaba calmarme. Así pase por lo menos unos 5 minutos. –Escucha, no quiero pelear, te lo ruego. Por favor… no hagas que me altere- dije yo mientras le daba la espalda y caminaba, de seguro ella estaba muy confundida pero tenía que ir a un lugar tranquilo y relajarme.

. . . Continuara.