martes, 6 de marzo de 2012

Story VI


Inspirado en una vieja película llamada El viaje de Chihiro.

Personajes:

Inoue  -----> FOTO
Inori  -----> FOTO
Saku  -----> FOTO
Haku  -----> FOTO

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graveyard of fireflies

Inori vivió durante 14 años con su madre como si nada; luego su madre conocí a un hombre, que a pesar de ser una buena persona, no todo el mundo lo quería. La madre de Inori se casa con el después de dos años. Ahora después de 5 años Inori tiene 21 años y  está recién graduada de la universidad en Administración; y tiene una media hermana de 4 años llamada Inoue. Inori la ama, a pesar de no ser hermanas completas, se llevan muy bien.

Narrado por Inori

Mi padrastro había tenido la maravillosa idea de irnos de vacaciones por dos meses, obviamente eso fue sarcasmo. No quería irme a ninguna parte. Pero mi madre me obligo. Arme las maletas y salí.

-Inori date prisa- me gripo mi padrastro

-No me grites ya estoy aquí- dije yo mientras metía las maletas en la camioneta, entramos todos a la camioneta y esta arranco, el viaje fue terriblemente largo, hicimos pocas paradas ya que mama estaba desesperada por llegar. Después de 7 largas horas llegamos a un pequeños pueblito. No se veía nada interesante. Había pocas casas, muchos animales, era muy pequeño... habían si mucho unas 30 casas. Y solo un pequeño centro comercial. Suspire, dado a que no vi. Ningún colegio o universidad, ni nada por el estilo. Llegamos a una pequeña casa hecha de madera. Era linda. Nos estacionamos y bajamos las cosas.

-Ve a dormir de una vez... mañana tienes que levantarte a las 5 AM de aquí a tu curso de idiomas hay más de una hora en bus- me dijo mi padrastro. Suspire –Y… que no se te olvide que tienes que buscar trabajo- y fui a lo que sería mi habitación. Me lance a la cama y me quede dormida más rápido de lo que tenía planeado.

A las 5 AM sonó la alarma de mi celular, la desactive y me levante, me di una ducha rápida. Busque ropa en mis maletas dado a que aun no había desempacado. Baje las escaleras, vi mi desayuno en la mesa. Me senté desayune, salí y empecé a caminar, después de caminar por un estrecho camino llegue a una parada de auto bus en donde había un grupo de personas.

-Buenos días- dije en general

-Buenos días- me respondieron en general, todo el mundo lo dijo excepto un chico que estaba al fondo, era muy lindo. Tenía el cabello largo y negro, los ojos claros y la piel pálida. Se veía muy reservado, volteo y me vio. Se dio cuenta de que lo estaba observando, voltee el rostro y mire el piso.

Unos minutos después llego un bus de color rojo, entramos y deposite el dinero necesario para el pasaje. Me senté al final, el asiento era para dos personas. Seguramente pasaría un día bastante solo, no soy muy sociable. El Bus estaba casi lleno, solo quedaba el asiento a mi lado, entro aquel chico que vi. En la parada, vio que mi puesto estaba vació y me hizo señas con la cama como si estuviera pidiendo permiso

-Oh… Adelante- dije acomodándome, el chico se sentó y se abrazo a su mochila.

Después de una hora y media el bus se detuvo en frente de un gran edificio, era lindo, estaba pintado de un color beish. Camine y me dirigí hacia un señor con traje.

-Disculpe, podría decirme ¿donde está el aula para el curso de ingles?- asea una voz tierna

-Tu debes ser Inori… mucho gusto, yo seré tu profesor de francés… El aula de ingles esta por ese pasillo- señalo un pequeño pasillo a mi derecha –Es la primera puerta a la derecha… de seguro te integraras bien, bienvenida- fue muy amable

-Muchas gracias señor… Hasta pronto- dije corriendo hacia el pasillo, al entra ya había varios puestos ocupados, me senté en el centro del salón, cerca de la ventana.

-Hola… de seguro tu eres nueva- me hablo una voz tierna, levante el rostro y vi a una muchacha pequeña de estatura, tenía el cabello rubio como el mío pero con mucho mas volumen, era muy linda –Yo soy Saku, tengo 19 años, ¿Y tú eres?-

-Mi nombre es Inori, tengo 21- dije estrechando su mano

-Eres extranjera ¿cierto?- pregunto, solo asentí -¿Dónde estás viviendo?-

-En un pequeño pueblo al sur… creo que se llama Kohaku- su rostro se puso cerio a lo que nombre eso, todo el mundo a mi alrededor me miro -¿pasa algo con ese lugar?- todo el mundo volteo y volvió con lo suyo como si no hubiera escuchado nada

-Dicen que es un pueblo embrujado donde vive un dragón desde hace ya siglos… cuentos de la gente- me dijo Saku como si nada.

-Están loco- me reí, ella se sentó en frente de mí y justo después comenzó la clase, fue un día relajante, y me alegre mucho de haber hecho por lo menos una amiga.

Después de 4 largas horas de estudio logre estar libre. El instituto estaba en una gran ciudad y tenía mi currículo conmigo, así que me acerque a varios lugares a solicitar empleo, obviamente no tenía nada de experiencia así que no me fue muy bien, estaba psicológicamente preparada para eso.

Sin éxito alguno volví a la parada de auto bus y me volví a encontrar al chico de antes. El volteo y me miro. Le sonreí y el movió la cabeza a un lado, siguió observándome, no me devolvió la sonrisa ni tampoco dijo nada. Llego el bus y ambos nos montamos en el bus en la parte de atrás, pero esta vez no compartimos asientos. El bus hizo varias paradas pero él no bajo en ninguna, se quedo hay. Finalmente después de mucho tiempo el bus paro en la parada del pueblo, me baje y me di cuenta de que el chico también bajo en ese. Lo ignore.

Camine por el estrecho camino, de vez en cuando volteaba a ver si él seguía hay y si, seguía caminando detrás de mí, me asuste un poco, pero seguí adelante, igual que el. A lo que solo faltaba unas dos cuadras para llegar a mi casa voltee y él seguía hay, me detuve y voltee

-¿Necesitas algo?- le pregunte con un tono de regaño y molestia. El inclino la cabeza y me sonrió de forma retorcida. Camino hacia mí y me asuste un poco, paso por mi lado y paso de largo. Quizás su casa estaba cerca de la mía, no había pensado en eso. Seguí el camino a casa.

-Hola mi amor… ¿Qué tal tu primer día?- me saludo mi mama

-Hola mama, pues bien… en realidad esperaba que fuera peor- dije yo mientras caminaba a mi habitación

-Inori- me saludo mi hermanita, le sonreí, baje a su nivel y bese su frente, subí las escaleras y me encerré en mi habitación, me duche, hice la tarea que habían dejado unos profesores, baje a cenar, me volví a encerrar en mi habitación y dormí. Sabía que mañana seria exactamente lo mismo.

Exactamente igual que antes, me levante a las 5 con el sonido de mi celular, me prepare y me aliste.

Camine preparándome para ir a la par de auto bus. Pero algo fue diferente, era el chico de antes, estaba hay en la esquina, con las manos detrás de la espalda mirando el suelo. Lentamente me acerque a él, me detuve y lo observe

-Buenos días- le dije de forma cordial, el dejo de ver el suelo y me vio a los ojos, de nuevo me mostró esa sonrisa retorcida. Hizo señas con el brazo de que pasara adelante, no me dio los buenos días, no lo he escuchado hablar en ningún momento, ¿será mudo? Caminamos juntos hasta la para de auto bus, cuando llegamos estaban los mismo de antes, y se sorprendieron al vernos caminando junto, a lo que llegue Saku me salto enzima dándome un cálido abrazo

-Buenos días- me dijo con alegría, le sonreí

-Buenos días…- vi como el chico se fue del otro lado de la multitud, seguí hablando con Saku; el auto bus llego, esta vez me senté con Saku, vi como el chico se fue al fondo del autobús como siempre.

-Saku, ¿Quién es ese chico?- le pregunte, ella volteo y vio al chico al que me referí

-El es Haku; ha vivido toda su vida en el pueblo donde estás viviendo; es herencia de él, por eso su nombre se parece al del pueblo- respondí ella

-¿Qué edad tiene?- pregunte

-Creo que son unos 23 años- dijo ella haciendo memoria –No te metas con el… me da miedo, nadie conoce a sus padres, ni a nadie de su familia, realmente da miedo, se ve un poco macabro- dijo ella con la voz temblorosa.

-Me parece tierno- sonríe al verlo

-Esta demente- me dijo con tono irónico. El día fue igual, lo mismo que el día anterior, cuando volví al auto bus seguía él hay, cuando llegue a la parada de mi casa el me acompaño. A lo que llegamos a la esquina en la que yo cruzada y él seguía recto voltee lo mire y dije

-Buenas noches Haku- parece que se sorprendió al escucharme hablarle, volteo a verme y me sonrió de nuevo con esa sonrisa torcida, siguió caminando.

El resto de los días fue igual, por fin el viernes llego, después del curso no tenía que regresar a casa inmediatamente. El auto bus nos dejo a Haku y a mí en la parada, el camino con las manos en los bolsillos y yo lo seguí. Antes de llegar a la esquina de mi casa me di cuenta de que había un letrero. Lo observe.

“Cementerio –Las Luciérnagas- a 50 metros”

-No sabía que había un cementerio tan cerca- susurre, vi como Haku cruzo hacia donde estaba el letrero -¿Vas al cementerio?- pregunte con un tono impactado, el volteo y me miro firmemente. Siguió caminando hacia el frente. Decidí acompañarlo. El se dio cuenta de que también me dirigía hacia el cementerio. Aun era temprano, alrededor de las 4 P.M. Así que no creo que hubiera ningún problema.

El camino estaba lleno de árboles, era hermoso, y ciertamente había muchas luciérnagas, quizás por eso el cementerio se llamaba así.

A lo que llegamos había una enorme puerta, Haku la atravesó como si nada, había un enorme Jesucristo tendido sobre la pared, hice una pequeña reverencia y seguí caminando. Vi como Haku se detuvo

-Deberías irte- susurro… por primera vez desde que lo conozco… Hablo

-¿Te molesto?- pregunte en un tono inocente

-No… para nada… pero en serio… Deberías irte- tenia la voz muy dulce, era como si lo murmurara todo

-¿Puedo quedarme solo un poco más?- pregunte en un intento de conocer el lugar

-No más de una hora- me dijo y miro el suelo

-¿Por qué? ¿Hay fantasmas?- use un tono de juego

-No quieres conocer la respuesta a eso- dijo él mientras seguía caminando, me asusto un poco su comentario, pero lo ignore, sabía que nada me pasaría.

El lugar era muy amplio y a pesar de dar miedo, de una u otra forma me pareció bonito. Estaba lleno de arboles y de muchas luciérnagas. Con razón tenia ese nombre.

El tiempo paso mas rápido de lo que yo pensaba, ni siquiera me di cuenta de cuando había oscurecido, la zona estaba repleta de luciérnagas que iluminaban las tumbas.

-Listo, una hora, fue lo acordado- Dijo Haku, con su tonito de superioridad

-Por favor Haku, es serio, no quiero irme- Reproche, sentía como si me hubiera gruñido -¿Haku?- pregunte a lo que no escuche nada, vi el cementerio, las luciérnagas huyeron, todo se puso más oscuro. Me espante, un poco solamente –Haku, por favor contéstame- pero nada sucedió. Vi a lo lejos una luz, no era como la de las luciérnagas. Tenía un tono azul y era un poco más brillante.

Tome aire y camine hacia la luz, con cuidado de no chocar con las lapidas. Al acercarme a la luz me sorprendí y quede sin aliando.

Eran un montón de animales, Ovejas, leones, pájaros de todo tipo. Y estos estaban rodeados por un aura azul. De ellos era que sobresalía la luz.

-Que animales tan extraños- murmure, me acerque, para observarlos mejor, no hacían nada, no realizaban ningún tipo de sonido, me inunde ante ellos, eran hermosos. Entre tantos, uno de ellos llamo mi atención, era enorme, con una luz un poco diferente. Era un dragón… Me acerque un poco a él.

-Hola pequeño- lo saludo, el me miro con esos grandes y redondos ojos -¿Quieres explicarme que pasa aquí?- el dragón negó con la cabeza, me impresiono, no esperaba que entendiera lo que le decía. -¿A dónde ha ido Haku? El dragón de nuevo negó –Aun esta aquí conmigo- asintió –Supongo que demo irme a casa- asintió de nuevo –Buenas noches y muchas gracias-

Al decir esto me devolvió por el mismo camino, regrese a casa, por supuesto mi padrastro me dio un largo sermón por que había llegado muy tarde, lo ignore. Subí las escaleras y me encerré en mi habitación.

Dormí profundamente esa noche, a la mañana siguiente amanecí con una gran jaqueca, me tome un par de pastillas. Me termine de arreglar y camine por el camino de siempre.

En la esquina de siempre, estaba parado Haku, con una chaqueta negra y la capucha puesta, se veía un poco sombrío

-Buenos días Haku- lo saludo, el volteo a verme, se acerco a mí, acerco su mano a mi rostro y quito un mechón que estorbaba mi vista; lo paso por detrás de mi oreja.

-Buenos días Inori- me sonroje, estaba demasiado cerca.

-Eeeh… ¿Haku?- pregunte, se seguía acercando

-¿Mmm?- fue todo lo que salió de su boca

-Ha-Ha-Haku, aléjate por favor- murmure, al ver como se acercaba mas y mas, me sentía un poco acorralada.

Haku sonrió ante mi reacción. No se aparto, pero por lo menos dejo de acercarse. Me descantaban sus ojos, hacían que perdiera el equilibrio.

-Por favor Haku, aléjate, estas siendo bastante descarado- dije en un susurro.

-Descarado… si, tienen razón- dijo él con una sonrisa encantadora –Sabes mi secreto, necesito asegurarme que no se lo digas a nadie- su tono de repente se volvió bastante sombrío, sentí algo puntiagudo sobre mi abdomen, baje la mirada y mi un cuchillo bastante grande. ¿Tenia pensando acecinarme? Volví a mirarlo a los ojos, esa mirada, era la de un acecino. Si tenía pensado matarme
-¿En serio vas a matarme?- pregunte con un nudo en la garganta

-Es la única opción, a menos que logres convencerme de lo contrario- dijo con un tono bastante abrumador.

-Te prometo, por lo más sagrado de mi vida, que no voy a romper esta promesa- murmure, el dejo de presionar el cuchillo

-Te escucho- dijo alzando una ceja

-“Prometo no decir, a nada ni a nadie lo que he visto la noche pasada, nada que esté relacionado contigo saldrán de mi boca”- recite una promesa, Haku guardo el arma

-Gracias- murmure, volví a sentirme a salvo. Levante la vista para verlo, me seguía mirando de forma siniestra.

A continuación, se acerco demasiado rápido como para que pudiera  detenerme, poso sus labios sobre los míos, levante la mano con la intensión de cachetearlo por el descaro, pero… su forma de besar, era tan delicada, tan dulce. Mi mano dejo de hacer fuerza y se poso sobre su cuello.

No me había percatado de lo rápido que había pasado el tiempo.

No me había percatado que mis piernas temblaban.

No me había percatado de que seguía de pie por la fuerza que Haku hacia contra mi cintura y su abdomen.

Al terminar el beso mis piernas volvieron en sí y logre mantenerme en mí por mi sola.

-¿Eso porque fue?- pregunte aun un poco embobada

-Para terminar de sellar la promesa- dijo con una sonrisa traviesa.

Comenzamos a caminar hacia la parada de autobús, algo paso por mi cabeza.

-Haku, ¿Puedo hacerte una pregunta?- murmure, el volteo a verme

-Adelante- dijo él con un tono suave.

-¿Por qué aun no te has ido al otro mundo?- él se rio cosa que me pareció extraño

-Por que aun tengo cosas que hacer en este mundo- dijo sin decir nada en específico.

-Está bien, no me digas nada- dije caminando un poco más rápido.

-Hasta aquí llego yo- dijo deteniéndose. Voltee a verlo.

-¿No iras?- le pregunte

-Como dije antes… Tengo algo que hacer- me pico el ojo. Me sonroje y seguí mi camino.

El día paso lentamente, me sorprendió que Saku no hubiera ido tampoco a clase. No le tome importancia, hoy salimos un poco más temprano, y decidí que quería ver a  Haku, pensé que lo vería si iba al cementerio así que fui directo, no fue difícil encontrar el camino de nuevo, las luciérnagas hacían que el camino se iluminara fácilmente.

Escuche un grito muy agudo, corrí hacia el cementerio más rápido, tenía miedo de que algo le hubiera pasado a Haku, pero me sorprendí con la escena que encontré.

Era el cadáver de Saku, ensangrentado totalmente, y Haku, también lleno de sangre en la boca, el pecho y la mano, en el suelo un cuchillo, el mismo con el que me había amenazado a mí.

-Haku… ¿Qué ha pasado? ¿Qué hiciste?- le grite

-Ella, es Sakura Susuki, la línea directa a la generación pasada de mi tiempo- dijo todo con un tono siniestro

-¿Eh?- hice una mueca ya que no entendí nada de lo que dijo

-Ella es la bisnieta de la mujer que una vez mato a cada uno de mis familiares, por ella es que no había ido al otro mundo, porque la soberbia no me dejaba perdonarla y ahora llego la hora de irme a casa- susurro

-¿Ya te vas?- pregunte con un tono inocente

-Si, por cierto, mi verdadero nombre es Hakudoshi Kirius Sky, solo por si acaso- me pico el ojo –Muchas gracias por todo pequeña, ten una linda vida, si es que Dios me perdona mis pecado y voy al cielo, prometo protegerte- dijo todo eso muy rápido, luego fue iluminado por un aura azul y se desvaneció

-Adiós Haku- fue todo lo que dije, luego me devolví a casa y continúe con mi vida como si nada hubiera pasado, rece todas las noches para que Haku fuera feliz en el otro mundo.

Fin

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