domingo, 9 de octubre de 2011

Story´s Parte V


Inspirado en algo un poco más grande que un sueño y un poco más pequeño que una fantasía.

Personajes:

 Marian -----> FOTO 

Luka -----> FOTO 

Alexander -----> FOTO

Sebastián -----> FOTO 

Cindy  -----> FOTO

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Bad Girl

Marian Cristina Kirius Pandarus de 16 años, es la hermana gemela y mayor de Luka Eleazar Kirius Pandarus. Ambos Vivian junto con sus padres y dos de sus primos en una mansión bastante grande debido a los adinerados bolsillos de su padre. Marian como la primogénita de la familia Kirius, se encontraba comprometida con Alexander Enrique Royalty White un joven Conde un año mayor que ella.

Sebastián José Rossi Dawn, primogénito de los Rossi, con 19 años era el mejor amigo de Marian y Luka, estaba comprometido con Cindy Elizabeth Diamond Black una chica un año mejor que él.


Marian y Luka estaba sentado en el sofá viendo un poco de televisión, Marian tan inquieta, se sienta al revés en el sofá, con las piernas hacia arriba y de cabeza hacia el suelo, Luka solo suelta una leve risita al ver las locuras de su hermana, pero al fin y al cabo, estaba acostumbrado.

De repente, entra un mayordomo a la sala

-Señoritos Kirius… El joven Rossi ha venido a visitarlos- los gemelos sonrieron, Marian gira sobre el sofá y se sienta derecha –También vino la señorita Diamond- anuncia el mayordomo, los ánimos de Marian bajaron de inmediato, el mayordomo se retiro

-¿¡Por queeeeee!?- grito Marian, su hermano se rio

-No seas maleducada- la regaña, ella se cruza de brazos y hace lo mismo con las piernas. A la habitación entran dos elegantes personas, un chico de piel clara, cabello marrón y ojos grises. Y una chica blanca como la nieve, con el pelo marrón chocolate y unos ojos azules cielo.

-Buenos noches- saluda Cindy con una sonrisa

-Buenos noches- responden los gemelos al mismo tiempo, uno con tono normal, la otra… un poco apagada

-Hola enanos- dice Sebastián, camina hacia ellos, coloca su mano en la cabeza de Luka y lo despeina, luego va hacia Marian y pone su rostro de perfil, golpea suavemente su rostro con el dedo indicándole que lo bese, ella sonrió y besa su mejilla.

-Y… ¿Qué los trae por aquí?- pregunta Luka

-¿Ahora tengo que tener razones para visitarlos?- pregunto Sebastián riendo

-Claro… desde hoy hasta el resto de tus días- se burla Marian, los tres rieron. Cindy, está un poco más apartada, no era muy sociable. Ella se abraza al brazo de su prometido

-Me quiero ir- le susurra al oído, el voltea y la mira


-Acabamos de llegar- se queje y susurra. Ella lo mira de mala gana, el suspira

-¿pasa algo?- pregunta Luka, el lo mira

-Para nada… es solo que se me olvido que tenía que hacer algo… Vámonos Cindy- Sebastián volteo, la tomo de la muñeca y comenzó a caminar

-Sebas…- Marian comenzó a hablar pero un leve mareo la obligo a detenerse y a caer de rodillas en el suelo, su hermano salta hasta donde estaba y coloco sus manos en sus hombros

-¿Marian?- la llama, Sebastián y Cindy voltean, Sebas se arrodilla al nivel de Marian, la observa detalladamente y nota un rostro terriblemente pálido

-Marian… ¿estás comiendo bien?- le pregunta Sebas preocupado, recordó el tétrico habito alimenticio de Marian, ella se queda callada –Marian respóndeme… ¿qué has comido hoy?- ella aun no responde -¿Desayunaste?- ella asiente con la cabeza -¿Almorzaste?- niega, Sebas levanta la vista y ve como el reloj señalaba las 9:40 pm -¿cenaste?- ella vuelve a negar

-¡Marian!- lo regaña su hermano al no saber el hecho que se había saltado dos comidas del día -¿Dónde estaba yo en ese momento?-

-En las nubes- responde con voz apagada Marian. Sebastián la toma por los antebrazos y la ayuda a levantarse, ella medio pierde el equilibrio y hace además de volver a caer, más Sebastián dejo que se sostuviera con su pecho, como si la abrazara. Ella se aleja de inmediato, su rostro se torna rojizo de la vergüenza.

Cindy le da un jalón a Sebastián obligándolo a retroceder

-Ya tiene buen color… la niña está bien, ahora vámonos- le murmura al oído, el voltea a verla, mas no podía hacer nada contra ella, suspira.

-Tengo que irme… Luka por favor, te lo suplico, avísame cualquier cosa que le pase- le rogo, Luka asiente, Cindy jala una última vez y por poco y no se caen, caminaron por la sala y se retiraron.

Luka mira a su hermana

-¿Qué quieres lograr con esto?- le pregunta -solo nos preocupas- susurra

-Lo sé… y lo siento, pero no lo entenderías- dice ella mientras corre a su habitación, Luka suspira.

La noche pasa tranquilamente… a los gemelos los despiertan el mismo mayordomo de siempre. Marian con el pelo un poco alborotado, se coloca unas pantuflas y baja al comedor. En él se encuentra su hermano en las mismas condiciones

-Buenos días- dice ella mientras se restriega los ojos en un intento que el sueño se valla

-Buenos días- le responde su hermano segundos después bosteza, algo normal debido al hecho de que eran solo las 6:00 am en punto

-Buenos días señorita… ¿Qué sea desayunar?- le pregunta el chef

-No tengo hambre- susurra y da media vuelva, haciendo además de caminar choca contra un pecho. Al abrir los ojos se da cuenta que con él se choco era Alexander, su prometido –Hola Lex- le responde ella

-Hola Mary- dice el mientras se inclinaba a besarla, al separar sus labios el ve hacia su cuñado –Buenos días Luka-

-Buenos días- responde como si no fuera la gran cosa –Marian, siéntate ahora a comer- le ordena su hermano, ella voltea

-En serio… no tengo nada de hambre- susurra ella

-Si no quiere comer que no coma… no la obliguen- dice Alex

-¡No te metas!... no ha comido nada desde la una de la tarde de ayer… le va a dar un ataque por desnutrición- grito molesto Luka

-No griten- dijo Marian molesta, Luka y Alex se quedaron tranquilos –Ya… comeré- susurro ella derrotada, su hermano suspira de alivio.

Marian se sienta y desayuna, sube, cepilla sus dientes cambia sus ropas y luego baja para pasar tiempo con su prometido.

Estaban los dos sentados en el sofá de la sala de estar. Tranquilamente, como cualquier cita de cualquier por de novios. Mas sin embargo, a Marian se le nota un poco apagada, Alex lo nota al ver que no le prestaba atención

-¿Mary?- le llama, ella reacción y voltea

-Dime- responde con un poco de sequedad

-¿Me estas escuchando?-

-No… lo siento- susurra ella, Alex sube una ceja, ella baja el rostro. Alex coloca su mano en la barbilla de la niña y la obliga a mirarlo

-¿lo sientes?- pregunta el con una mirada maliciosa, típico de él.

-Si- susurra ella

-Convénceme- le dice con una voz suave y encantadora. Ella se acomoda en el sillón para quedar frente a él, entrecierra los ojos y posa sus labios sobre los de él y con un suave movimiento lo beso, pocos segundos después se separa.

-¿Convencido?- le pregunta ella

-No- le susurra y vuelve a besarla, esta vez, más intenso. Alex coloca su mano en la cintura de Marian y la atrae a él, ella conociéndolo, no se rehúsa. Pasa su mano por su cuello y lo atrae hacia ella, el beso se intensifica y hubiera seguido así y el mayordomo no los interrumpiera.

-Señorita Kirius… el joven Rossi ha vuelto- ella se sienta derecha y dice

-¿Y Cindy?- pregunta

-Ella no tuvo la oportunidad de venir- Marian sonríe satisfecha al saber que iba a disfrutar de la compañía de Sebastián si Cindy atravesada.

-Perfecto, no importa. Dile a Sebas que entre- sonríe, el mayordomo hace lo indicado

-Bueno princesa yo me retiro- dice Alex y se levanta

-¿Tan pronto?- dice ella y se cruza de brazos, el voltea y se agacha robándole un beso

-Sí, tan pronto- le sonríe –Te amo-

-Y yo a ti- susurra ella, el se retira de la sala, ella se acuesta en el sofá y cierra los ojos relajándose, mas no esperaba que el cansancio fuera tanto así como para quedarse dormida una hora después de que se despertó.

Marian queda hechizada ante un profundo sueño.

Sebastián entra tranquilamente a la sala esperando ver a una encantadora niña lista para hablar con él y se encuentra con una doncella en profundo sueño, sonríe al verla y se le acerca.

-Hay enana… ¿que no te acabas de despertar?... Son apenas las 8 de la mañana, tienes que despertar- mientras decía eso acariciaba su rostro en un intento de que la fricción la despertara, pero el  rose era tan suave que lo que logro fue arrullarla

La joven se acomodo para quedar aun más cómoda y comenzó a murmurar unas cosas, Sebastián al darse cuenta de eso, se sentó con las piernas cruzadas en el suelo y la escucho con atención.

A murmuros Marian logro decir cosas como “sal de aquí” “déjame sola” “Luka largo” cosas no muy importante, mas Sebastián le asombro cuando dijo “a ti no es al que amo” se refería a Alex, o a alguien más.

Sebastián estaba violando su privacidad, pero ese no te amo era importante, se acerco para escuchar lo que decía ya que cada vez murmuraba más bajo, llego al extremos de estar a milímetros de su rostro. El sintió su respiración, esa que no se puede respirar, era tan cálida.

-Sebas- murmuro Marian, el se acerco mas

-Aquí estoy- le susurro, en un deseo de protección

-Sebas- murmuraba una y otra vez –Sebas- Sebastián pone su mano en la mejilla, en un intenso de decirle “No me he ido a ninguna parte”

Esa hermosa pero prohibida escena es interrumpida por que alguien toca la puerta. El se separa lo más posible de Marian y se sienta en el suelo

-Adelante- dice como si nada, entonces entra  Luka, lo ve y sonríe

-Hola Sebas… el mayordomo me dijo que estabas aquí y… ¿Dónde está Alex?- pregunta Luka, Sebas sin decir nada se encoje de hombros – ¿Y por qué Marian esta…?-

-No lo sé… estaba así cuando llegue- susurro y volteo a verla, le dedico una sonrisa

-Despiértala, es muy temprano para la siesta- se queja Luka –Iré a comprar una cosas y quiero aire fresco… ¿me acompañas?-

-Mejor me quedo a cuidarla…- dice el, Luka levanta una ceja –O prefieres dejarla sola en casa sabiendo que Alex aun esta por aquí- supuso Sebas que Alex aun estaba, Luka se muerde el labio

-Quédate- murmura y comienza a caminar, se detiene al recordar algo importante –Pero Sebas…-
-Ya se, ya se- asiente sabiendo lo que le diría, Luka lo ve de reojo –Confía en mi- susurra y le dedico una de sus sonrisas más confiable, Luka suspira e intenta confiar en su mejor amigo.

Nuevamente Sebas y Marian se quedan solos. De repente se escucha un “Ummm”  de parte de los labios de Marian. Se despierta y se sienta

-¿Qué paso?- pregunta ella

-Te quedaste dormida… ¿dormiste bien?- le pregunta dado a que aun era muy temprano

-No… tuve pesadillas- susurra ella, el inclina la cabeza y la mira fijamente

-¿me vas a dejar con la incógnita?- le pregunta el aun sin desviar la mirada

-Si… no tienes que meterte en mi cabeza- le susurra ella levantándose y comenzando a caminar

-¿A quién no amas?- le pregunta el, coloca su codo sobre su rodilla y apoya la cabeza en su mano, ella se detiene y voltea

-¿de qué hablas?- ella lo mira tan fijamente que llegaba a intimidar

-Cuando dormías murmuraste que no amabas a alguien- le susurro

-¿escuchabas lo que decía?- pregunto ella y se le acerco.

-Bueno estabas hay, dormida… y el mayordomo me dejo entrar…  intente despertarte pero…- dejo la frase en el aire

-¿pero qué?- pregunto ella molesta al saber que escucho algo así como sus pensamientos

-Pero te veias tan linda al dormir- susurra él, ella baja la mirada casi de inmediato, pues sabía que cuando el, específicamente él. Empezaba a decir esas cosas era incapaz de sostener la mirada.

-Cállate… no sabes lo que dices… y no quiero que escuches lo que pienso, es privado- le dijo ella aun sin mirarle.

El hico un sonido con la boca, algo así como un “Ummm”  

-¿Y qué es tan privado como para que tu mejor amigo no lo pueda escuchar?- pregunto él, poniendo su mano en la barbilla de Marian, obligándola a levantar la cara, sin embargo ella se rehusaba a mirarle a los ojos  -Mírame- le ordeno con una voz suave y dulce, ella con el mayor esfuerzo del mundo levanta la vista y lo mira directo a los ojos -¿A quién no amas?- le pregunta de nuevo

-A Alex- susurra ella, el no mueve el rostro, no sonríe, ni siquiera pestañea.

-Pero tú lo elegiste- le recordó, ella lo había elegido a él cómo pretendiente

Porque… tenía algo que me atraía- susurro ella

-¿Qué cosa?- le preguntaba, le hacia una interrogatorio, la estaba intimidando

-No lo sé, pero me llamo la atención… pero no era amor… aun así, quiero casarme con él, es una buena persona- dijo ella en susurros

-Te tienes que casar con el que ames- le dijo el uniendo su frente con la de ella

-¿Y si no amo a nadie?- ese fue un golpe duro para Sebastián, muy internamente, a pesar de todo. El sentía que entre Marian y el habría algo

-Entonces quédate sola- le dijo con frialdad

-No quiero-dijo ella con la voz quebrada, fue ahí cuando Sebastián se dio cuenta que estaba al borde de las lagrimas –Quiero a alguien que me ame de verdad, a alguien al que pueda amar de verdad- dijo ella mientras dos lagrimas se derramaban.

Sebas se acerca y la abrasa

-¿Y yo qué?... no soy nadie- le pregunta

-Tú eres mi mejor amigo- susurra ante un tono mentiroso, el baja su rostro hasta el oído de Marian

-Te amo- Le susurro al oído, ella se quedo sin aire y su corazón latió fuerte –Te amo Marian-

-Cállate… no sabes lo que dices- el hecho su rostro hacia atrás y la miro a la cara

-Te amo- Marian buscaba aire, sentía que se estaba ahogando

-Sebastián… ¿tienes idea de lo que estás diciendo?- le pregunto, ella está toda roja y con la mirada perdida

-Te estoy diciendo que te amo… estoy consciente de ello- Le dijo Sebas con toda seguridad –Vamos Marian… respóndeme- le rogo, puso su frente junto a la de ella y la penetro con la mirada –Respóndeme-

-No puedo- susurro ella negando, mirándolo a los ojos

-Dime lo que sientes- murmuro, poniendo su mano en la parte de atrás del cuello de Marian

-Sebas… yo…- él la miro a los ojos, y ella trago en seco

-Respóndeme- le susurro

-También te amo- se resigno a responder, cerró los ojos, para dejar de verlo, dado a que la vergüenza era demasiado grande.

El la jalo por el cuello y la acerco mas, sus narices se tocaron, Sebas cerro sus ojos, y con todas las ansias del mundo beso aquellos insaciables labios.

A pesar de la ansiedad de Sebastián, beso lentamente a Marian, con cuidado, acaricio su cintura, Marian a veces no reaccionaba, y a veces tomaba ella el control del beso… fue largo, con ternura, todo lo que Sebas esperaba de ella.

Se separaron y tomaron aire

Marian se toco los labios, realmente no pensaba que eso sucedería

-No debiste- le susurro

-No tengo tanto autocontrol como para detenerme- le dijo Sebas con los ojos entrecerrados

-Esto está mal- dijo ella asustada

-Claro que no- murmuro

-Claro que si… estoy comprometiera… y tú también- dijo ella enojada

-Si… lo sé, pero no lo amas… ni yo a ella- Sebas hablaba en un tono muy bajo, en un intento de que Marian no entrara en paranoia

-¿Qué hemos hecho?- pregunto ella irracional

-Escondernos de nosotros mismos- dijo el mirándola –Tenemos que… decírselo-

-Lo sé… pero, tengo miedo- titubeo

-También yo… pero tenemos que hacerlo- se levanto, beso la frente de la confundida chica y salió

-¿Cómo se lo voy a explicar a Alex?- se pregunto ella y se acurruco consigo misma

Al día siguiente

Marian se despertó con los nervios de punta y se dispuso a bajar, su hermano la mira y sonríe

-¿Qué tienes?- pone su brazo sobre los hombros de su hermana

-Tengo que decirte algo- murmuro ella –Prométeme no enojarte-

-Te lo prometo- dijo el intrigado

-Me gusta Sebas- susurro

-Claro… ahora dime algo que no sepa- dijo él como si nada, ella lo miro sorprendida

-¿Lo sabías?-

-Por supuesto, soy tu hermano- dijo el picándole el ojo y me sonrió, se iba a alejar pero ella lo tenía agarrado, el se voltea y me que ella no lo suela –Marian… ¿Estás bien?- le pregunta y ella niega con la cabeza baja, él la abraza

-Tengo miedo- le susurra

-Claro que si… Siempre tienes miedo, todo está bien Mary, no pasara nada… tu dirás lo que sientes, el dirá lo que siente y ya- la animaba

-¿Y Alex?... ¿Y Cindy?- pregunto ella, el negó

-No lo sé… Pero no importa… tienes que decir lo que sientes, sea cual sea la consecuencia- Marian tomo aire y camino, su hermano la siguió

Ella entro decidida a la sala de la casa, pero se detuvo en la entrada, mirando una tierna pero destructora escena, Sebastián… su querido Sebastián, estaba tranquilamente besándose con su prometida… acumulándose de pasión, acariciando su cintura y bajando cada vez más su mano, llenándose de lujuria, detrás de Marian, su hermano veía esa escena, puso su mano en la manilla y cerró la puerta

-Marian…- la llamo, pero ella salió corriendo con una mano en su cara, limpiando las lágrimas, Alex espió una última vez esa escena, pero lo único que logro ver fue mas lujuria en los actos y movimientos de Sebastián, la decepción inundo el cuerpo de Luka y se retira de aquella habitación

Luka camino por el pasillo ignorando a todo el mundo, tenia ira contenida, así que se digno a encerrarse en su cuarto

Mientras tanto Sebastián se esfuerza por complacer a su ya ex-prometida, este le había dicho todo, y ella con el corazón destrozado, pidió una última noche de pasión, pero este se negó a esperar hasta la noche, y decidió hacerlo de inmediato, alejarse lo más posible de ella, solo le daba lo que ella quería y se iba.

-No me puedes hacer esto- dijo Cindy en sus labios

-Si puedo- dijo el sin dejar de besarla –Te lo advertí-

-Repíteme la advertencia- dijo ella besando el cuello de Sebas

-Hace 5 años, me dijiste que te diera la oportunidad de enamorarme… te la di, y me convencí a mi mismo de que te amaba… pero estoy harto de vivir en una mentira- susurro el chico acariciando la parte baja de la espalda de la chica

-Mientes- dijo ella llenándose de lujuria y atormentando al chico, Sebas no aguanto, realmente no deseaba volver a tocar a esa chica

-Tienes razón… miento- dijo él y la tomo por lo hombro alejándose de ella –Nunca te ame, ahora voy por una mujer que verdaderamente amo- dijo él con un tono frio y seco

-Lárgate de mi vista- le grito ella enojada, el sonríe con malicia y se va de la sala dejando a una chica inundada de enojos

La bienvenida al salir de la sala fue un gran puñetazo en el rostro de parte de un furioso Luka

-¿A que vino eso?- se quejo Sebastián sobándose el golpe

-Mi hermana te vio- le grito, el por un momento no capto, y luego recordó la escena de la que acabada de salir

-O por Dios- dijo el perdiendo el aliento, corrió hacia afuera y con facilidad encontró a una niña de 16 años abrazada a sus rodillas, con el rostro escondido sentada bajo la sombra de un gran árbol, corrió hacia ella

-Aléjate- le dijo ella al saber que era el

-Por favor Marian… déjame explicarte- le rogo el sin aliento, ella levanto el rostro y el aire le falto a Sebastián, tenía toda la carita mojada, llena de lagrimas, con los ojos enrojecidos igual que la punta de su nariz y sus mejillas

-Tienes 20 segundos- dijo ella con la voz seria

-Le dije que no la amaba, que te amaba a ti, me pidió que le regalara una última noche de pasión, y yo le dije que no alargaría esto hasta la noche hacia que lo adelante- lo dijo todo tan rápido que a Marian le costó entender el mensaje

-Tú y ella…-

-¡NO!- Grito el de inmediato –No me atrevería a tocarle un pelo- dijo él, ella lo miro acusadoramente –Me corrijo, no le tocaría un pelo sabiendo que no estoy con ella- se acerco a ella, sus rostros estaban a milímetros –No me malinterpretes… ha sido una buena amiga… no quería perderla-

-Lo comprendo- susurro ella con el rostro bajo, el se acerco y la beso suavemente

-¿Ya hablaste con Alex?- pregunto, ella abrió los ojos, debido a que los cerro por el beso

-Estaba a punto de…- pero cayó al verlo a la cara -¿Qué te paso?- pregunto al ver que tenía una mejilla roja

-Cosa de hombre- le pico el ojo, ella lo miro incrédula, se levantaron, la beso por última vez y ella fue con Alex

-Marian… te estaba buscando- dijo Alex al verla y acerco a besarla y se sorprendió al ver como ella retiraba el rostro impidiéndolo -¿Pasa algo?- pregunto, ella suspiro

-Tenemos que hablar-

-Eso no suena bonito- dijo el acercándose

-Alex…- suspiro

-¿Ya no me amas?- pregunto el sin rodeo

-¿Por qué dices eso?- pregunto ella sorprendida

-Por que te conozco niña- le sonrió –Ve con Sebas… sobreviviré-

-No puede ser tan fácil- se dijo a si misma

-Si puede- Alex se acerco beso su frente y se fue, ella quedo atónita, luego apareció de la nada Sebas quien la abrazo con dulzura

-Todo está bien amor… seremos feliz… tranquilamente- le decía, ella lloro de felicidad y se abrazo a él.


Justo hay, Marian abrió los ojos, encontrándose en su habitación arropada de pies a cabeza, enfrentando la realidad, sabiendo que todo era un sueño, vuelve a quedarse dormida con lágrimas en los ojos.

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Frase favorita:

-Claro que si… Siempre tienes miedo, todo está bien Mary, no pasara nada… tu dirás lo que sientes, el dirá lo que siente y ya-

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oh Dios, ¡que historia!, me gusto mucho, sigue...

Anónimo dijo...

genial, amo tus cuentos son grandiosos :)