viernes, 16 de marzo de 2012

Red Sky "Parte I"


Parte I “Necesidad de sangre”

Narrado por Sky

Aeropuerto de New York. 20-04-2037. 05:40 am.

-¡Teniente!- escucho como alguien me llama. Volteo y veo a Tom, mi compañero y superior.

-Si señor- Afirme parándome derecho ante él. Se acerco un poco mas y me abrazo, no moví un solo musculo.

-Buen viaje compañero- Sentí las lágrimas de sus ojos sobre mi hombre. Sonríe y lo abrace.

-Cuídate- le susurre, subí a mi avión y partí. De vuelta a casa.

Me puse mis audífonos y escuche “Moves Like Jagger – Maroon 5” Espere que el tiempo pasara.

Aeropuerto Londres –Inglaterra – Europa. 20-04-2037. 11:30 am

-Por fin- susurre, tome mis maletas y aun con los audífonos puestos camine a fuera del aeropuerto y tome un taxi. Pedí que me llevara al Orfanato Santa Madre Auxiliadora, tenía ganas de ver a mis viejos amigos. Aunque, quizás tenga problemas al entrar por lo que paso hace 8 años.

El taxi solo se tardo alrededor de una hora, el aeropuerto estaba bástate lejos. A lo que volví a ver ese lugar muchos recuerdos llegaron a mi mente. No todos buenos pero si la gran mayoría.

Al entrar una señora de pequeña estatura se acerco a mí, era la señora Anabela, la misma directora de siempre

-¿Puedo ayudarlo en algo oficial?- me pregunto cordialmente, hace tiempo que no escuchaba ese tono tan estricto al hablar.

-Buenos días señora Anabela, deseaba mucho verla. Me sorprende que después de todo lo que hemos vivido no se recuerde quien soy- Hizo una mueca, realmente no me recordaba –Soy Skyler Jonhson, me expulso cuando tenía 12 años por intentar apuñalar a uno de mis compañeros- Anabella abrió los ojos como platos, ahora si se acuerda de mi.

-Jonhson… ¿Pe-Pero que haces usted aquí?- pregunto con un tono de miedo en la voz.

-Señora Anabela, supere mi esquizofrenia, hace dos años que no sufro un ataque de esos. Estoy bien, no voy a matar a nadie- le asegure, por lo visto me creyó, parecía un poco más relajada.

-De acuerdo, pasa adelante, pero te tendré vigilado- me amenazo, logre entrar al orfanato, no había cambiado tanto como yo esperaba.

-Los chicos, ¿aun están?- pregunte

-¿Qué chicos?- pregunto como si nada

-Mi amigos, Elizabeth, Mike, Oliver, Jesica- los nombre, ella hizo una extraña mueca.

-A Jesica la adoptaron cuando cumplió los 10 años-

-¿Y los demás?- en ese preciso momento sonó una campana

-Es hora de almorzar, de seguro los veras si vas al comedor… supongo que recuerdas como ir hasta el campo trasero ¿verdad?- yo asentí, ella me dejo vagar lo el lugar yo solo, parece que ya me tenía confianza. De seguro era el uniforme de militar. Me reí en mis adentros.

Camine por los pasillos y legue al patio trasero, lo habían cambiado, ahora había un cafetín y varias sillas y mesas. Camine entre los adolescentes presentes.

Vi una cabeza rosada, me acerque, y acerté, era Rosario, una de mis amigas de la infancia, y también estaba Elizabeth, el pelo lo tiene diferente, se lo pinto de blanco. Me acerque a su mesa en la que había tres personas más además de ellas.

-Buenos días- salude cordialmente, los cinco voltearon a verme

-Buenos días coronel- saludo un chico de cabello naranja, a este lo reconozco desde lejos, era Oliver, que grande estaba, se veía tan maduro

-Soy teniente, no me fue por tanto tiempo- corregí, mira hacia abajo y vi la mirada curiosa de Elizabeth

-¿Sky, Skyler Jonhson?- pregunto ella

-Gracias, muchas gracias por no olvidarte de mí- dije con una sincera sonrisa

-O por dios Sky eres tu- grito con un tono chillón y me salto en sima, por suerte no pesaba demasiado, pase mi mano por su cintura para sujetarla y que no se callera.

-¿Skyler?- dijeron los demás, eran Oliver, Mike y Rosario. Los tres me reconocieron, gracias a Dios.

Sentí como Elizabeth me besaba muchas veces la mejilla

-Me estas empalagando niña-

-Mmm- se quejo –Sigues siendo igual de amargo- dijo haciendo una mueca, me reí con los labios cerrados. A lo que volteo a la mesa me di cuenta de que había una niña mas en el grupo, tenía una cara muy tierna, el pelo largo, rojo y muy esponjado, pero le quedaba perfecto. Elizabeth noto que la estaba viendo

-Oh- dijo ella –Te la presento, ella es Miyolet, es nueva, por así decirlo, llego a los 9 años, tiene 5 años en este lugar, es la menor del grupo, pero es muy tierna, y tímida también- dijo haciendo una narración de su personalidad.

-Saludos cadete- dije jugando un poco, ella hizo una mueca sin contestar. La mire fijamente y le pique el ojos, suelo ser bástate coqueto.

-Ven siéntate- me ofreció Oliver, acepte, estaba muy acostumbrado a sentarme derecho en la academia, así que seguí con la costumbre aun fuera del colegio militar.

-Wuao, esa escuela tuya, si que te cambio, pareces tener muchos más modales que antes- observo Rosario. Me reí tranquilamente –Y te noto mucho más tranquilo, recuerdo que no había quien te paraba cuando estabas de buen humor, eras tan energético-

-Si, aprendí a controlarme, cosas de la vida, fue… más difícil de lo que pensé- me reí suavemente.

-¿Qué tal la escuela militar?- me pregunto Oliver sentándose junto a Miyolet

-Horrible, esa gente está loca… wuao, eso sonó tonto viniendo de mi. Son demasiado estrictos, entrañan todo el tiempo, dicen que protegen a la gente pero en estos 8 años jamás vi a alguien actuar en serio, es tiempo mal gastado…-

Hubiera seguido hablando, pero sentí algo fuerte y caliente sobre mi rostro. Agudice la viste y me di cuenta que era la enana, ¿me acaba de cachetear?

-Esa gente da la vida por nuestra seguridad- dijo ella, wuao, que voz tan tierna, era como si le hablara a alguien que estuviera durmiendo, toda suave –Mosquito- eso no lo entendí

Observe su mano y vi un mosquito muerto, ooh, ya entendí, el mosquito estaba en mi cara, ¿¡Y por eso me cacheteo!?

No dije nada, la observe fijamente, penetrándola con la mirada, se vio tranquila, pero parecía como si… me tuviera miedo. Bueno, no veo por qué no tenerme miedo.

Se limpio la mano con su ropa y se retiro

-Eso fue raro viniendo de ella- dijo Elizabeth, apoye el codo sobre la mesa y con la mano sostuve mi cabeza, sonreí al verla caminar

-Es linda- susurre y mire su espalda y algo un poco más abajo.

-No la veas es mía- dijo Mike, voltee a verlo, hice una mueca –Estoy jugando contigo- dijo riéndose, le sonríe con calma

-Por cierto, me alegra demasiado el verte aquí y no quiero ser grosera pero… ¿Qué haces aquí?- me pregunto Rosario

-Mi tropa vendrá a cuidar la zona, pedí permiso de venir una semana antes, deseaba verlos- Elizabeth me abrazo por detrás con cariño.

-¿Y dónde te vas a quedar?- pregunto Mike

-Pues reserve una habitación que esta como a 6 cuadras de aquí… será fácil moverme y venir a verlos- Rosario me sonrió, parece que realmente me extrañaban, a pesar de todos los problemas que cause cuando era pequeño –Bueno, solo viene a saludar, tengo que llevar estas maletas al hotel, vendré a visitarlos mañana, lo prometo-

-Mas te vale- dijo Rosario con un tono de regaño, me levante y me despedí de ellos rápidamente.

Con mis maletas y aun con el uniforme puesto camine por 6 cuadras. Llegue al hotel,  recibí la llave de mi habitación y entre.

Era pequeña, perfecta para una sola persona, estaba toda pintada de blanca. No me gusta el blanco, es tan monótono. Me senté en la cama y espere a que fuera de noche, respire profundo, sabía lo que pasaría.

Solté todos los bolsos que cargaba enzima y saque la navaja que cargaba detrás del pantalón. Y corte parte de mi brazo, la sangre comenzó a salir a gran cantidad de mi brazo. Manche todas las sabanas de sangre.

Definitivamente… el efecto de los tranquilizantes ya había pasado, siempre se me quita en las noches, y no hay nada que pare a mi esquizofrenia.

Manche las paredes y todo lo que vi de sangre. Los muebles, el piso. A lo que por fin vi suficiente rojo, puse la navaja en la mesa de noche, me arroje a la cama y me acosté a dormir.

 . . . Continuara. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

me re encanto!!! esta historia me atrapo, espero con ansias la continuación!!!